La importancia del sueño durante el tratamiento oncológico

La importancia del sueño durante el tratamiento oncológico

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Importancia del sueño a lo largo del proceso oncológico.

Conoce más acerca del sistema glinfático y las fases del sueño

💤​¿Cuál es la importancia del sueño mientras se desarrolla el tratamiento oncológico?

Durante el sueño, el cuerpo tiene la oportunidad de reparar células y tejidos dañados, lo que es especialmente importante durante el tratamiento oncológico, cuando el cuerpo puede estar experimentando daños debido a la radioterapia, la quimioterapia u otros tipos o formas de tratamiento.

Por otro lado, un buen descanso puede aumentar la tolerancia al tratamiento oncológico, lo que puede permitir a los pacientes completar su tratamiento de una manera más eficaz y efectiva.

Un sueño adecuado permite la recuperación física y mental de los efectos del tratamiento, lo que puede incluir fatiga, dolor, náuseas y otros síntomas.

El adecuado descanso puede mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer, al mejorar el estado de ánimo y reducir la fatiga.

Adicionalmente, se coadyuva al fortalecimiento del sistema inmunológico, que es crucial para combatir la enfermedad y recuperarse de los efectos secundarios del tratamiento.

El diagnóstico o tratamiento de cáncer puede producir estrés y ansiedad, por lo que dormir bien puede ayudar a minimizar estos síntomas y efectos. Ello mejora la capacidad del paciente para hacer frente a la situación.

Estos serían suficientes motivos para explicar por qué es importante tener un buen descanso durante el tratamiento oncológico. Pero hay más.

Sigue leyendo, te presentamos al sistema glinfático.

💤El recién descubierto sistema glinfático y la importancia del sueño

Recientemente se ha probado la existencia de un tipo de sistema linfático en el cerebro, al que se le ha dado el nombre de «sistema glinfático».

Tradicionalmente se pensaba que el sistema nervioso central no contaba con sistema linfático.

Dicho sistema está formado por una serie de espacios venosos, arteriales, paravasculares y linfáticos durales, cuya misión más importante es limpiar el espacio intersticial cerebral.

La eliminación de moléculas de desecho se produce gracias a la proteína acuaporina-4, que se localiza en el lado opuesto a los espacios paravasculares, en concreto en los pies de las neuronas estrelladas o astrocitos.

Y rodo este proceso se produce mientras dormimos.

La activación del sistema glinfático se produce durante el sueño, durante la fase de sueño profundo o sueño de ondas lentas.

💤¿Cuáles son las fases del sueño?

Hay varias divisiones en las fases y etapas del sueño.

Una primera diferenciación es en 2 partes: Aquella en la que hay movimiento ocular rápido (REM, rapid eye movement, o MOR, movimiento ocular rápido), y en la que no.

Estos 2 ciclos se reinician cada 80 o 100 minutos, y suele haber de 4 a 6 ciclos por noche.

El sueño sin movimiento rápido de ojos, fuera de fase REM

Este tipo de sueño tiene 3 fases propias, que hacen referencia a los distintos patrones de actividad cerebral que se producen en ellas.

  • Fase I, transición entre vigilia y sueño
  • Fase II, en la que ya estás dormido
  • Fase III de sueño profundo (pero sin movimiento de ojos, recordemos), en las que se producen ondas lentas, y que suele durar más al inicio de la noche que al final.

Es en este momento de sueño profundo, sin movimiento rápido de ojos y ondas lentas cuando se activa el sistema glinfático.

La duración del tiempo durante el cual la persona está con sueño de ondas lentas disminuye en la edad adulta, y es posible que desaparezca en edades avanzadas.

El sueño MOR o REM, con movimiento ocular rápido

En esta fase el cerebro está activo, de manera parecida a las horas en las que estamos despiertos, y es cuando soñamos. Para evitar hacernos daño con movimientos no deseados, los músculos están flácidos. Durante esta fase no se regula bien la temperatura, por lo que, en temperaturas extremadamente frías, se sueña poco.

💤Los tratamientos oncológicos pueden afectar a la calidad del sueño. Recomendaciones

La importancia del sueño durante el tratamiento oncológico queda patente en este artículo. Por ello queremos daros unos consejos para mejorar la calidad del sueño:

  • Acuéstate en cuanto aparezcan los primeros signos de sueño
  • Si no consigues dormir tras 20 o 30 minutos, realiza alguna actividad que no requiera mucho esfuerzo, como leer, y cuando vuelvas a tener sueño, inténtalo de nuevo.
  • No te vayas a la cama con hambre y/o sed. Evita dormir tanto con el estómago vacío, como las cenas copiosas, pesadas o estómago muy lleno. Por supuesto, no ingieras estimulantes como café o chocolate.

¿Quieres saber acerca de la importancia de la alimentación y la microbiota? → Te recomendamos nuestro post «Microbiota, somos lo que comemos»

  • Realiza ejercicio de manera habitual, ayuda a dormir mejor. Eso sí, no lo practiques cerca de la hora de dormir.
  • Que el sueño tenga su horario establecido en tu vida como una rutina, aunque hayas dormido mal la noche anterior. Si no puedes prescindir de la siesta, que no sobrepase los 20 minutos.
  • Un colchón y cama de buena calidad contribuye a un buen descanso.