Cáncer de Esófago

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El cáncer de esófago es una enfermedad por la que se forman células malignas en los tejidos del esófago.

El esófago es el tubo hueco y muscular por el que pasan los alimentos y los líquidos desde la garganta hasta el estómago. Su pared se compone de varias capas de tejido que incluyen; membrana mucosa, músculo y tejido conjuntivo.

El cáncer de esófago comienza en el revestimiento interno del esófago y se disemina hacia afuera a través de las otras capas a medida que crece.

Existen dos formas comunes de cáncer de esófago, y se nombran según el tipo de células que se convierten en malignas o cancerosas:

Carcinoma de células escamosas: cáncer que se forma en las células delgadas y planas que revisten el interior del esófago. Este cáncer es más frecuente en la parte superior y media del esófago, pero puede aparecer en cualquier lugar del mismo. También se lo conoce como carcinoma epidermoide.

Adenocarcinoma: tiene su inicio en las células glandulares. Estas células se encuentran en el revestimiento del esófago y producen y liberan líquidos como el moco. Los adenocarcinomas suelen formarse en la parte inferior del esófago, cerca del estómago.

Factores que aumentan el riesgo de cáncer de esófago

Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de tener una enfermedad se conoce como factor de riesgo. La presencia de estos no implica la aparición de cáncer, al igual que la ausencia de estos factores tampoco indican que no vaya a producirse la enfermedad.

Los siguientes factores incrementa las probabilidades de cáncer;

  • Consumo de tabaco.
  • Consumo de bebidas alcohólicas en exceso.
  • Esófago de Barret: afección por la que las células que revisten la parte inferior del esófago cambiaron o fueron reemplazadas por células anormales que podrían causar un cáncer de esófago. Una de las causas más comunes del esófago de Barrer es el reflujo gástrico.
  • Edad avanzada.

Principales síntomas del cáncer de esófago

Los principales signos para detectar el cáncer de esófago son los siguientes:

  • Dolor o dificultad al tragar.
  • Pérdida de peso.
  • Dolor detrás del esternón.
  • Ronquera y tos.
  • Indigestión y acidez.
  • Masa debajo de la piel.

Diagnosticar cáncer de esófago

Para diagnosticar el cáncer de esófago se pueden llevar a cabo las siguientes pruebas y procedimientos médicos:

Examen físico y antecedentes de salud: examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal.

También se toman datos sobre los hábitos de salud y los antecedentes de enfermedades y tratamientos.

Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Un rato X es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra en una imagen de áreas del interior del cuerpo.

Esofagoscopia: procedimiento para examinar el interior del esófago a fin de verificar si hay áreas anormales. Se introduce un esofagoscopio a través de la boca o la nariz, y se lo hace bajar por la garganta hacia el esófago. Un esofagoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente que permite observar el interior del órgano. A veces tiene una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan al microscopio para verificar si hay signos de cáncer. Cuando se observan el esófago y el estómago, el proceso se conoce como endoscopia superior.

Biopsia: la biopsia consiste en la extracción de células o tejidos para que un patólogo los observe al microscopio y determine si hay signos de cáncer. Por lo habitual, durante una esofagoscopia se hace una biopsia que, a veces, muestra cambios en el esófago que no son cáncer, pero que pueden conducir a un cáncer.

Tratamientos para el cáncer de esófago

El pronóstico y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:

  • El estadio del cáncer (si afecta a una parte o a todo el esófago, o averiguar si se diseminó a otras partes del cuerpo).
  • Si el tumor se puede extraer por completo con cirugía.
  • El estado general de salud del paciente.

 

Cuando el cáncer se encuentra muy temprano, la posibilidad de recuperación es más alta. El cáncer de esófago se suele encontrar en estadio avanzado en el momento del diagnóstico. En los estadios avanzados, el cáncer de esófago se puede tratar, pero casi nunca es curable. Se debe considerar la participación en uno de los ensayos clínicos que se hacen para mejorar el tratamiento.

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