15 septiembre: Día Mundial del Linfoma

15 de septiembre: Día Mundial del Linfoma

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Los calendarios siempre se llenan de fechas y eventos significativos. Y este 15 de septiembre no podía ser menos: se celebra el Día Mundial del Linfoma. Una “efeméride” que fue promovida por la Red Mundial de Asociaciones de Pacientes con Linfoma (Lymphoma Coalition, en inglés) para encontrar prácticas que faciliten el diagnóstico temprano de este tipo de cáncer que se localiza en el sistema linfático; parte de la red del organismo que combate los gérmenes: ganglios linfáticos, bazo, timo y médula ósea. 

El desarrollo de un linfoma (crecimiento anormal y descontrolado de los linfocitos) puede afectar a esta zona, pero también a otros órganos. El linfocito es un tipo de glóbulo blanco que se produce en la médula ósea (y el resto de órganos del sistema linfático) y que se mueve por todo el cuerpo a través de la sangre. Por tanto, este  cáncer hematológico puede ocurrir en cualquier parte de nuestra anatomía.  

Por eso es tan necesario un Día del Linfoma, para dar a conocer a la sociedad esta enfermedad, estos tumores, y poder reconocer los síntomas a tiempo y detectar el linfoma cuanto antes: De Hodgkin (el menos común, un 10% de los casos) o No Hodgkiniano (el 90% de los linfomas). En consecuencia, las enfermedades más comunes ligadas a los linfomas son la leucemia, el mieloma múltiple y el VIH/ SIDA; no todas son patologías oncológicas. 

Síntomas del linfoma 

Reconocer los síntomas del linfoma en las primeras fases puede llegar a ser muy complejo, ya que pueden asociarse a otras enfermedades más comunes víricas. Estamos hablando de inflamación de los ganglios linfáticos que tenemos en el cuello, las axilas o las ingles; y también de sudoración, pérdida de peso y apetito repentinamente, dolor abdominal, fiebre, fatiga, tos, dolores de pecho y picores persistentes.

Como decimos, se trata de unas manifestaciones muy generalizadas, y nada específicas. Pero que relacionadas en un margen pequeño de tiempo podría traducirse en una enfermedad ligada al linfoma. Para ello, habría que empezar con una prueba, una biopsia, en un ganglio linfático. 

En estos casos, una detección y un diagnóstico precoz de la enfermedad ayudaría a paliar los efectos de los tratamientos, remitiendo el avance de estos tumores en un alto porcentaje; esto es importante también por la calidad de vida del paciente durante el proceso. 

Si crees que tienes alguno de estos síntomas y te sientes intranquilo o intranquila, ven a INMOA, donde realizamos consultas de segunda opinión oncológica, que en muchos casos nos ha ayudado a salir de dudas y abarcar una enfermedad a tiempo. ¡No te quedes con la duda! Llámanos al 914 53 29 80 o escríbenos al info@oncothermia-madrid.com 

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